Mariano

Es 19 de septiembre de 1985 por la mañana. Cristina , una señora de 45 años, cuida a Mariano un niño de 5 años de edad, caminan por una calle de la colonia del valle, mientras caminan Cristina decide entrar a una iglesia, los padres de Mariano son ateos razón por la que el niño jamás ha entrado a una. Mariano con cara de asombro y extrañes mira a su alrededor.

Mariano: -¿Para qué entramos a este lugar Cristina?

Cristina : -Hace cuatro años mi hijo y mi esposo se fueron con Dios y vine a preguntarle como están.

Mariano: - ¿Dios? ¿Apoco tu tenias un hijo? Mmmmmmmmmm no me gusta este lugar Cristina ¡Vámonos!

Cristina : - Mariano esta es la casa de Dios, cierra los ojos y piensa en todo lo que te ha pasado, cuéntale él te va a escuchar, anda cierra los ojos.

Mariano: -¡¡¡¡¡No quiero !!!! Su casa huele raro, ¡Vámonos!

Cristina: -Mariano no digas esas cosas y habla menos fuerte, ahorita nos vamos espérame tantito.

Mariano: -¡¡No!! tú no entiendes nada, ayer Julieta nos preguntó a Bruno y a mi si los fantasmas existían, Bruno con su cara de tonto le contestó que no existían ,ella sonrió, le dijo que su papá pensaba lo mismo, yo les dije que los fantasmas si existían y se disfrazaban de personas, ellos casi llorando me contestaron que no era cierto y me acusaron con la maestra, que por cierto es igual de tonta que ellos los odio y ahora quiero contarles que entre a la casa de un fantasma disfrazado de dios, por favor ya vámonos.

Antes de que Cristina dijera una palabra las bancas comenzaron a moverse bruscamente , los jarrones llenos de agua y de flores cayeron al suelo, el lugar crujía cada vez más fuerte, Cristina tomó la mano de Mariano y corrió hacia la puerta, toda la gente quería salir y otra más quería entrar, lo que provocó que la mano de Cristina soltara la pequeña mano de Mariano que cayó y fue aplastado por la multitud.